domingo, 14 de junio de 2009

Y OTRO CUMPLEAÑOS!!!!




Sí, ayer celebramos mi cumpleaños.
Todo el mundo sabe el deseo que pido cuando apago la vela y una vez más se volvió a repetir.
Pero esta vez estoy más segura, creo que el año que viene María ayudará a apagar mis velas, tiene que ser así.
El día pasó con los teléfonos sonando (mensajes, llamadas en el móvil y el fijo), como bien dice Javi, mis cumpleaños son todo un evento social. Es muy emotivo saber que la gente que te aprecia se acuerda de tí, porque todo el mundo sabe lo cumpleañera que soy, aunque siempre celebre y apague la misma vela ¡con el número 28!
Este año y siguiendo la tradición familiar de hacer la tarta de galletas, Huiyi colocó el número con un recorte y por supuesto, la velita no podía ser otra que una mariquita que es la que pronto nos traerá la suerte.
Por la noche cenita íntima con Huiyi, Mei, mamá y Javi en el chiringuito comiendo espetitos de sardinas... rodeada de gente que me quiere. Y regalitos, muchos regalitos, algunos como siempre para María y es que aunque siempre diga que no quiero nada, me encantan las sorpresassssss!!!!

miércoles, 3 de junio de 2009

YO TAMBIEN LO SE

Habitualmente y de forma muy personal, en mi mente hago comparaciones entre tener un hijo biológico y uno adoptado, no por justificarme ni nada parecido, sino por estar preparada cuando María me haga preguntas que un hijo biológico haría y yo quiero tener preparada la contestación para que lo vea de lo más natural... sí, sí, son paranoias mías, qué le voy a hacer...
Pues bien, con mis cábalas internas de preguntas y respuestas que siempre las acabo igual, pensando "¿Ves?, es mucho mejor la adopción que el embarazo".
¿Y por qué cuento todo esto?, porque hoy en un foro de adopción acabo de leer un comentario de una futura mamá que me ha recordado mucho a mí en ese aspecto. En él contaba muy emocionada la llamada que acababa de recibir de su agencia en la que le informaban la asignación de su hija. Entre otras muchas cosas que contaba (lloros, alegrías y demás) especificaba los datos que le habían facilitado por teléfono: la edad, el nombre, el peso, estatura, lugar de procedencia... y entre todas le especificaban "¡y que es muy guapa!", a lo que ella comenta, "pero eso yo ya lo sabía".
Lo normal es que todas las madres piensen que sus hijos son los más guapos, pero yo creo que una madre biológica en el parto está loca por ver la cara de su bebé, para comprobar lo que ya pensaba, que es el más guapo. Y los adoptivos, ya lo pensamos desde el momento que rellenamos un papel, la solicitud, sin saber nada más del bebé.
No tenemos un parto por lo que no vivimos la emoción de verle la cara en ese instante, pero no nos importa, porque es como si ya lo hubiésemos vivido. Nos morimos por ver la foto de nuestro hij@ y como nuestro parto es tan peculiar, por teléfono, es como si no pudiésemos ver y nos tuviesen que describir lo más detallado posible cómo es. En ese momento nos importan muchos detalles: la edad, el nombre, datos que una madre biológica no los tiene, por eso precisamente el dato de si es guap@ o no, nos importa poco. Sí compartimos la angustia de saber su estado de salud, como todas las madres.
Son emociones distintas, los adoptivos nos conformamos con otros detalles. Es una emoción vivida durante años (a diferencia de los padres biológicos) que estalla un día con una simple llamada de teléfono....

Espero que nuestro teléfono suene pronto!!!!!!!!!!!!!!!!!!